jueves, 31 de julio de 2008

Proscritas Maldiciones


Al final del abismo
donde muere el sol
un rostro divino
sonríe el dolor...

...Una temblorosa mano
acecha mis pesadillas
unos pétreos ojos acarician
como pétalos mis tristes alegorías

Caídas tras caídas
ahogadas como arañas
empatanadas en sus telarañas
tiernas criaturas condenadas
By Pandeadmia

domingo, 20 de julio de 2008

Cesar Vallejo 1892 - 1938

Espergesia
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Díos estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha...
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.

Pues yo nací un día
que Díos estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico... Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.
Todos saben... Y no saben
que la luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el Misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.