Joven susurro de la negra demencia,
cruel consejera de muertes indignas;
deshacen tus voces la recta creencia,
y en árido suelo conviertes la vida.
Entre tus párpados moran mil tempestades,
una orgía agitada de oscuros demonios;
a tu cetro obedecen estos siervos leales
y con júbilo alzan tu pérfido solio.
Convertida en nigromante te acercaste a mi vacío,
y poblaste con tus artes la nocturna sinfonía;
por erebos distantes erraba enloquecido,
hermético a los ecos que mi nombre repetían.
(Extracto del libro Tristezas de un Vampiro. By Martín Tisera)
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